miércoles, 22 de enero de 2014

Érase una vez...

"Intenta de nuevo, falla de nuevo. Falla mejor." Samuel Beckett

Me encanta esta frase. ¿A ustedes no?
Para mí es la frase que mejor me define. Nadie es perfecto y del éxito no se aprende, sin embargo de las fallas nos volvemos mejores seres humanos. Y, ¿acaso no estamos en la Tierra para eso?

La vida nos presenta veinte mil y un oportunidades para acertar pero nos otorga millones para fallar. Es todo un arte y no es fracaso es aprendizaje.
Y no me refiero solo a nivel educativo, también en cuanto a parejas, amistades, decisiones desde la más simple como puede ser dejar más tiempo a hervir la sopa y quemala como más complicadas como un sendero de vida. 

Una de las decisiones más difíciles en mi camino (hasta ahora) ha sido la elección de mi carrera. Siempre se nos ha dicho que la carrera que elijas es la que te definirá por el resto de tu vida. ¿Y qué es lo que sabes hacer? decían. A lo que claro quedaba gélida y sin saber qué responder.
Bueno, para tranquilidad de mis padres elegí Ingeniería en Electrónica (única mujer de generación, orgullosamente). Pero me dí cuenta que no es lo que me va a definir como persona el resto de mi vida.

Amo escribir, es una de mis más grandes pasiones. Hace unos años empecé a redactar una novela de ciencia ficción, aún no está terminada, pero es un proyecto que deseo terminar pronto y compartirla con los demás. 
También trabajo en una agencia de modelos. No es precisamente mi pasión pero también me encanta hacerlo.

Tengo una forma de pensar muy amplia, "Irreal" diría yo, me gusta investigar un poco acerca de todo, no tengo un tema en específico en realidad. Política, moda, educación, diferentes culturas, historia, etc. Siempre he creído que todo absolutamente todo el conocimiento es importante y somos nosotros quienes debemos encontrarles el uso adecuado. 

Una de mis más fuertes creencias es la de "vidas pasadas". Es física básica, leyes de conservación de la materia. "La energía no se crea ni se destruye, solo se transforma" . Y estamos de acuerdo con que nosotros mismos somos energía. Cuando fallecemos esa energía se transforma en otra "vida".
Esos Déjà vu, cosas que jamás habíamos visto, oído, sentido y sin embargo conocemos. 
Claro que yo aseguro en un 80% que en mi anterior vida fuí celta, nunca estaré segura. Seguiré disfrutando de su cultura en esta forma de vida.

No es nada sencillo describirse a uno mismo, no existe espacio ni lenguaje suficiente para cubrir al 100% todos nuestros conocimientos, gustos, forma de ser, de pensar.

Hay sueños por cumplir y otros por descubrir pero lo más importante no es pensarlos ni hablarlos sino armarse de valor y convicción para ir en busca de ellos.


Para concluir me gustaría compartirles esta frase para refleccionar un rato.


“Cuando has eliminado lo imposible, lo que queda, aunque improbable, debe ser la verdad” Principio de parsimonia.